30 may 2012

CARTA DE UN GRAN AMIGO...


TE LO MANDO A TI IÑAKI PORQUE SÉ QUE HARÁS LO CORRECTO CON ESTE TEXTO.
CW.

Carta a Enrique Peña Nieto

Dada mi edad me referiré a tí con esa familiaridad, sin medir por ningún lado si tus cargos habidos, y a los que tanto acudes para presentarte, me reflejen, o no, respeto alguno.
Ya no es tal vez el momento, o quizás nunca lo será, pero me sentaré un rato a procurar arrimarte algunos consejos que provienen de un viejo ser humano que pasó ya por diversas sendas, pero que al final, o al menos ahora, se siente bien consigo mismo por haber sido, al decir de mis amigos, siempre eso, un ser humano congruente.
Tu has centrado tantas cosas en tu campaña en ufanarte de tí mismo, no de logros personales sino que has arrebatado aquellos que tu gente realizó o aterrizó, mientras que tú solo ordenabas o recibías las ideas y los proyectos concretos.
Es fatuo, cuando uno ha estado en un cargo de poder teniendo abajo a numerosos subalternos, dedicarse a hablar de los logros, que más que ser de uno mismo, lo son de los equipos que trabajan en las diversas áreas, y de los trabajadores y albañiles cuando de obra pública se trata.
Es terrible no dar crédito de los supuestos logros a todo el equipo que finalmente los lleva a cabo. Sabemos ahora también que en aras de sumar números muchos de esos proyectos, en obras principalmente, fueron abandonados antes de ser terminados o, sencillamente, no se realizaron. Sabemos que, en tu estadística, has eliminado conceptos que integran las complejas cifras y los rubros más escalofriantes quedaron fuera, armados desde el poder con ausencias en tantos campos que jamás has sabido manejar.
Ufanarse de que son obra de uno mismo no solo es falso sino refleja actitudes déspotas cuando del poder se trata. Y de ello depende también esa imagen, esa percepción desde el punto de vista ciudadano, de la vanidad y ambición desmedida que lleva en las entrañas el político que se ufana de un logro específico en singular.
Claro, todo ello es sin duda un reflejo de ese viejo lenguaje al que comenzábamos a desacostumbrarnos, ese lenguaje de frases hechas, acartonado y fatuo; lenguaje que esquiva los recovecos obscuros, que desecha los desvíos y actos de corrupción para conseguir un objetivo, lenguaje que estriba en la vieja concepción de la escuela priista que concibe que "la forma de presentar y cacarear es el verdadero contenido".
Tenían que enseñarte los jovenes, quienes maravillosamente han, de nuevo, tomado las calles ante tanta mentira y tanta maniobra para presentar la información de las realidades de nuestro país, para que te dieras cuenta de que tu altanería está lejos de resultarte en algo positivo, sobretodo si entendemos tu escasez de bagaje en la lectura de la cultura universal. Esa altanería es tan solo un cascarón, tan hueco como el lenguaje que utilizas (podrías al menos buscar sinónimos, por ejemplo, del concepto de "señalamiento" y ahondar tu investigación hacia la definición y evolución del término "respeto").
Es absolutamente falto de credibilidad tu giro hacia ese, tu denominado "manifiesto" toda vez que nadie, en su sano juicio, será capaz de aceptar que desdeñas ahora tu gran ambición de poder la que se encuentra muy por encima de tu amor a México...
Ya no sé si continuar dado que es tan absurdo que sea alguien como tú quien ha logrado encabezar a ese mounstruo de decenas de cabezas y marasmos ideológicos que ha sido y sigue siendo el partido del que eres miembro.
Sea pues, hasta aquí estas primeras observaciones que seguro los espías de tu partido encontrarán rápido en redes si mi amigo publica esta misiva.
Te deseo una derrota que te enseñe realmente como es este país cuando se despierta.
Ya comenzaron los jóvenes a exigir a todos por la dignidad de ser, esperemos que también tengas la curiosidad de buscar en algun libro qué significa ese fenomenal término... "dignidad".
Atentamente
CW
Bravélico