10 oct 2010

Adiós compañero, hermano de siempre


(A JoseLuis Benlliure)

De pequeños nos llevaban juntos al circo, en las fiestas de los vascos nos vestían de euskaldunes con aquellas alpargatas amarradas e íbamos a ver al tío Pedro bailar el aurresku. Miles fueron los juegos compartidos, desde el futbolito de botones hasta la creación de países imaginarios...

Aquellas fiestas a media luz en las que, jóvenes, sentíamos ser semejante a semi-dioses y retábamos al mundo al paso de adentrarnos en las adolescencias. Tantas cosas que vivimos juntos, tanta música que devorábamos apenas salían los discos. Inquietudes, largas charlas y el descubrir a filósofos y escritores que parecían cambiar al mundo. El 68 de mayo en el Liceo, las irreverencias y el gradual eslabonamiento de las lecturas y los hechos en el mayo parisino, a distancia. Pablo, tu, yo siempre solidarios.

Con los años permaneció siempre ese lazo y aquella figura del irreverente, del bohemio amante del jazz. Nos faltaron muchas más charlas pero siempre sabíamos quien y cómo era el otro.. Si en este mundo aprendemos que hay cariño y amistad sinceros, ahora ese espacio en que estabas es un hueco que nadie llena por ti, se va un pedazo de mí con tu partida. Hasta siempre Joseluis, hasta siempre compañero.

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