28 ago 2011

Con furia y tristeza

Quiero dejar constancia de mi consternación por el salvaje atentado sucedido en Monterrey y mi solidaridad con las familias de las víctimas, que son a su vez víctimas. No es el único evento trágico sucedido en estos días, sin duda, sin embargo este acto exento cualquier lógica humana y su impacto nacional parece marcar, o consolidar, una transición en la actitud inhumana, fuera de toda lógica, de las bandas criminales. 
Dirigirse con argumentos humanistas a un sicario que no tiene respeto alguno por la vida y dignidad de los demás parece hoy algo sin sentido ya. 

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