Reflexionemos todo lo que puede entrañar una reforma como la que se viene en cuanto al Ejército...

No podemos soslayar que no sólo se trata del fuero militar o de prerrogativas para que el ejército pueda ejercer labores policiales. Además de duplicar funciones con la policía federal o local, recordemos que el Secretario de Defensa alude a que el ejército no puede responder al fuego, en las calles, de armas sofisticadas con las armas y formas de acción que le es legalmente posible portar y realizar: "No puede ser que te tiren con un lanzacohetes y tú respondas con flores por aquello de los derechos humanos"; "Los militares no somos ningunos cobardes. No rechazamos el combate... Pedimos al Congreso aprobar reformas en materia de seguridad nacional para que los miembros de las fuerzas armadas tengamos garantías al actuar en las calles. Nada más, pero nada menos"...

¿Llenarán de tanques, tanquetas, ametralladoras, lanzacohetes, bazookas y cañones las calles y las áreas circunvecinas, por las que transitan los ciudadanos, para usarlas a la menor sospecha, sin detenerse por lo que significan los derechos humanos? Militarizar al país siempre trajo consigo la purga y la represión a los que eran opositores ¿sabrán definir quienes son los opositores y quienes los narcotraficantes? ¿habrá pretextos para confundir a propósito a tantas y tantas personas que se oponen al régimen? ¿Se suspenderán los derechos humanos por el plazo que esta reforma tenga de vigencia?... "a partir de que los soldados son adiestrados de manera distinta a los policías y su preparación es para el ataque y no para la disuasión". Es mucho más amplio, y delicado, el terreno que se pisará de aquí en adelante si le dan prerrogativas policiacas al ejército. Las reformas que según parece esgrime el General Galván solo los sujetará al "antojo personal" del presidente de la república (único al que reiteran su lealtad) y la indefensión de cualquier otro ciudadano quedará a campo abierto. No puede salir, no debe salir, una reforma tal del Congreso. Esas funciones son de la policía Federal, que está integrada en un muy alto porcentaje por militares que aceptaron integrarse a ella. Que se refuerce y se purgue la Policía Federal. Regresen al Ejército a sus cuarteles y desde luego, que se integre, por consenso, una gran política de unidad para mejorar las condiciones y los derechos sociales, políticos y económicos de los trabajadores y desposeidos (la mitad de los nuevos pobres de Latinoamérica los fabricamos en México - dice ahora el Banco de México buscando entrar en la contienda por nuevos Guiness). Basta ya de medidas dignas del fascismo más recalcitrante, demos prioridad a la educación, a la salud, a la seguridad social, al bienestar y no a la guerra.