21 jun 2010

El binomio Fuero e Impunidad fuera de control, si alguna vez lo tuvo...

El binomio fuero-impunidad se ha salido de control, si alguna vez lo tuvo. 
Llegó el PAN a través del hartazgo de lo que significaba el PRI en toda una avalancha subterránea del quehacer de la política-impunidad, el PAN clonó los métodos hasta donde pudo aprenderlos y, hoy en el horizonte que se vislumbra en el país del "no pasa nada", seguramente para un sector de la población el hartazgo del quehacer del PAN en el poder hace que medite sobre el regreso a un pasado que si no era igual si era probablemente más atroz en la patraña de manejo del poder.
Asistimos hoy a grandes dicotomías que nos resultan demasiado evidentes. La suprema corte invalidándose a sí misma para adjudicar culpas a quienes son responsables de hechos contra la población por su mal manejo de las instituciones, su desdén hacia los derechos fundamentales de los ciudadanos y su desbordante ambición y falta de dignidad política y personal. Institutos electorales  que se descalifican a sí mismos ante realidades evidentes para investigar a fondo los manejos corruptos de Gobernadores, gobiernos locales y federal para manipular  y controlar toda elección. 
El ejército y la policía federal en las calles, incapaces de controlar acciones, propias y ajenas, que violan descaradamente los derechos humanos de la población civil en una "guerra contra nadie sabe quién está contra cual", un día es el narcotráfico y los cárteles, otro el crimen organizado, otro es contra organizaciones civiles... cobijados por altos funcionarios que encubren verdades evidentes.
El desdén del poder ejecutivo por las grandes carencias sociales, dirigiendo todo su brío al reparto de pequeños trozos de pastel en cada uno de los cientos de negocios que entrañan la desaparición de empresas públicas; la puesta en operación de negocios subsecuentes de entrega de bienes nacionales a grandes empresas; el chiquiteo de recursos básicos para la liquidación y pensión de los trabajadores despedidos sea en el sector público o privado (léase empresas mineras, por ejemplo); imponiendo a la población seguros privados a los servicios vitales de luz; subrogando servicios públicos de salud y educación a privados con conexiones de alto rango (guarderías, hospitales, etc)  y restando recursos a la educación pública en todos sus niveles; trasladando todo déficit hacia la población de las capas medias cautivas sin asomo de concertar con las enormes empresas el justo pago fiscal, etc, etc...
No en balde uno de cada dos nuevo pobres en Latinoamérica es mexicano (Banco de México).
Recojo una frase que recaba Sergio Aguayo en su artículo, "En lugar de quejarse e irritarse es preferible involucrarse." Pensemos en ello, cada uno sabe mejor el "cómo" darse una respuesta a esa opción.



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