28 jun 2010

¿Llegó al asesinato en cualquier nivel la confrontación?

A solo días de las elecciones en Tamaulipas, ha sido asesinado por un comando en la carretera el candidato a Gobernador por parte del PRI el cirujano Rodolfo Torre Cantú, junto a varios otros miembros de su comitiva...
Amén de lo terriblemente lamentable de esos hechos me asalta una serie de preguntas:
¿Lo que parecían hechos aislados, infrecuentes y cubiertos con la manta de accidentes y efectos de la casuística habrán contribuido a configurar una estratégia del "miedo" preconcebida?
¿Hemos llegado acaso a un momento en el que los intereses locales -sea el narcotráfico o intereses políticos o incluso particulares- se impongan, auto-estimándose impunes bajo la cobija confusa del "crimen organizado", al engranaje de la lógica que para bien o para mal se ha dado este país en las estructuras políticas y el ejercicio y transición del poder estipulado en las leyes?
Torre Cantú iba adelante en las encuestas de voto, sería muy probablemente en siguiente Gobernador en esa entidad. Su formación se dio en diversas instancias con responsabilidad en la atención de la salud en distintas instancias e instituciones públicas. La opinión que se recaba en medios es de que era un hombre honrado, firme en convicciones, respetado en la zona.
Tengo claro que lo primordial es mantener la capacidad de análisis lo más objetivo posible. Sin embargo, los numerosos hechos en los que la violencia es reina habidos en este país en los últimos meses -o quizás años y es hasta ahora que son más difundidos- provoca la sensación de una gradual y mayor intensidad de la violencia ante su mayor dispersión y alcance.
¿Será este un caso aislado que busca aprovechar la enorme confusión existente en esa masa informe de hechos que se atribuye al vago concepto de "crimen organizado"? O bien ¿Será este un inicio de la prepotencia de muchas otras acciones, con esa envergadura, a las que se enfrentará la sociedad mexicana en los tiempos por venir?  Por ende surge la siguiente pregunta:
¿Estarán el Estado Mexicano y la sociedad en condiciones y capacidad de aminorar el impacto de la misma y responder a este tipo de hechos para evitar su propagación?
Lo fundamental es que todas las organizaciones civiles y políticas conformen una opinión común que aliente a los ciudadanos a no entrar en la rueda de la dinámica del miedo. Que se busque limpieza en las actitudes y los hechos frente a los procesos sean estos civiles o políticos y cada organización reprima las evidentes muestras de corrupción en sus integrantes. Que se exija dignidad en los representantes de cualesquier organización... Que renuncien aquellos a quienes ocupando cargos públicos se les compruebe la prepotencia ajena a toda dignidad.
¿Utopías...?
¿Será éste un punto de inflexión en la decisión de la ciudadanía para darse un nuevo gobierno, lo más lejano posible a la corrupción que parece imperar en tantos órdenes de la vida diaria?
Por lo pronto es conveniente la unanimidad en la reprobación de tales hechos.

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